La lucha del movimiento estudiantil de Marruecos es ejemplo para los jóvenes revolucionarios y populares que luchan contra el imperialismo y sus lacay

Nueva Democracia 40 - Mayo 2010

Marruecos es un pequeño país semicolonial y semifeudal del norte de África. Aquí se desarrolla desde hace años la lucha de los jóvenes populares y revolucionarios y del pueblo marroquí, contra la monarquía pro-imperialista de Mohamed VI.
La historia del pueblo marroquí está llena de heroísmo. La guerra anticolonial en el Rif contra la ocupación española y francesa en la década del 20 es una excelente experiencia para los pueblos del mundo. Es una muestra gloriosa de lo que son capaces de hacer las masas, pero también comprobamos que en la época de la revolución proletaria mundial, sólo el partido proletario puede conducir al conjunto de las fuerzas populares. La burguesía nacionalista jamás podrá llevar hasta las últimas consecuencias una revolución democrática.
La lucha anticolonial de la década de los 50 mostró nuevamente de lo que son capaces la clase obrera, los campesinos, el pueblo en general, la que incluso quedó plasmada en la resistencia armada, pero que no logró solucionar los problemas políticos fundamentales de la sociedad marroquí.
La lucha contra el régimen feudal-fascista de Hassan II conocida como los “tumultos del hambre” mostró una vez más de lo que son capaces las masas populares, es así como en junio de 1981 en Casablanca el régimen tuvo que asesinar a decenas de luchadores; lo mismo aconteció en enero de 1984 en Marrakech y Tetuan; también la lucha se encendió en diciembre de 1990 en Fez y Tanger. ¿Que demuestra todo esto a los oprimidos del mundo? Que el pueblo desea rebelarse contra la opresión, que el pueblo de Marruecos tiene tradiciones de lucha, demuestra en último término la necesidad de la revolución: es el camino democrático que las masas anhelan.
También en Marruecos existen los enemigos encubiertos tales como el oportunismo social-demócrata, el reformismo en general, y en especial contra el revisionismo social-fascista que le prestó auxilio al régimen genocida de Hassan II.
Actualmente la lucha de clases no se ha detenido en este país, y las luchas estudiantiles de 2008, duramente reprimidas por el gobierno marroquí son sólo un ejemplo de esto. Hace pocos días se han ratificado las condenas para los líderes del movimiento estudiantil.
Tuvimos noticias de la lucha de los estudiantes marroquíes y de cómo ésta ha despertado el odio del régimen. La represión mediante la cárcel muestra solamente la desesperación de un gobierno que dirige un viejo y podrido Estado de las clases dominantes compradoras y feudales. Los presos políticos marroquíes nos enseñan que los sacrificios son parte del progreso revolucionario, es un mero accidente del trabajo. No obstante esto solidarizamos con los estudiantes detenidos y desde esta tribuna llamamos a la solidaridad internacional y denunciar una más de las arbitrarias medidas que se toman contra quienes luchan. Más importante aún es que la denuncia evite que los compañeros presos políticos pasen al olvido y que puedan ser asesinados o desaparecidos.
El plan del imperialismo para las naciones oprimidas de América Latina, Asia o África, en lo fundamental es el mismo, miseria y represión para el pueblo y superganancias para los explotadores y sus aliados. Pero ante la opresión el pueblo siempre se rebela, y las luchas estudiantiles en marruecos son una expresión de esto.
¿Cuál es el delito por el que el viejo Estado reaccionario los condena?
La noche del 25 de abril de 2008, veinte estudiantes resultaron con intoxicación por los alimentos consumidos en el casino de la Universidad Cadi Ayyad, de la ciudad universitaria de Marrakech. Este hecho fue la chispa que desató la indignación por las precarias condiciones de los estudiantes marroquíes.
Zahra Boudkour, de 23 años, estudiante de derecho, es una joven activista de la Juventud de la Vía Democrática Basista, organización maoísta que participa Unión Nacional de Estudiantes de Marruecos (UNEM) en defensa de las demanda democráticas en la organización estudiantil. Desde esta organización impulsaron sittings y marchas para mostrar su solidaridad con los intoxicados y exigir mejores condiciones de enseñanza en las universidades marroquíes. En respuesta casi 3.000 jóvenes de los 28.000 que tiene la Universidad, se dirigieron al hospital Ibn Toufail para protestar.
Sus reivindicaciones no son diferentes de las necesidades que hoy tienen los estudiantes en Chile u otra nación oprimida: exigen la mejora de las becas de residencia, de almuerzo y de transporte para los estudiantes más pobres, junto al respeto por el derecho a la libertad de asociación y la renuncia de la autoridad de la Facultad. Además, se oponen a que los capitalistas lucren con los anhelos de educación del pueblo.
Por ello, la represión no se hizo esperar y durante más de un mes, la Universidad de Marrakech fue el escenario de enfrentamientos entre la policía y los estudiantes. La violencia con que actuó la policía quedo reflejada en las denuncias de los estudiantes, quienes señalaron que éstos forzaron las puertas de entrada y de muchas habitaciones, rompiendo en forma brutal el interior de la universidad. Las fuerzas represivas robaron documentos de investigación académica y pertenencias de algunos estudiantes como dinero, ordenadores portátiles y televisores. En total, cerca de trescientos estudiantes resultaron heridos por la policía, cuarenta de ellos de gravedad. Algunos estudiantes fueron torturados en los puestos policiales.
El 15 de mayo de 2008 Zahra junto a una veintena de compañeros que encabezaron las movilizaciones, fueron detenidos y recluidos desde hace más de dos años en las cárceles de Marruecos, condenados por luchar por el derecho a la educación. La represión buscaba a los dirigentes del movimiento estudiantil en un vano afán de sofocarlo.
Las condiciones en la cárcel
Zahra ha denunciado que cuando fue detenida fue atada y la mantuvieron desnuda durante largas horas. Ha logrado declarar a los medios: “Allí mismo empezaron a golpearme, a insultarme y a amenazar con violarme”, y agrega: “Más tarde, en la comisaría, me pegaron con una barra de hierro y uno me asfixió hasta que perdí el conocimiento... durante cinco días nos torturaron a todos casi ininterrumpidamente”.
Ella ysus compañeros fueron golpeados con porras en la cabeza, mientras les daban patadas y bofetadas, sus torturadores no escatimaron parte alguna de sus cuerpos, más aún les gustaba apuntar específicamente a la cabeza, cara, pecho y rodillas.
En la cárcel, los reaccionarios lanzaron el rumor que Zahra era un terrorista, como una maniobra para intentar aislarla y hacerle la vida difícil al interior de la cárcel. Esto no fue casualidad, ya que Zahra se ganó rápidamente la confianza de los presos, explicándoles las razones de su detención, contando sobre su participación en la lucha para lograr que la universidad sea gratuita y accesible a los jóvenes de las familias pobres de Marruecos.
Finalmente el juicio contra los activistas estudiantiles se realizó el 26 de febrero de 2009, tuvieron que pasar 9 meses desde la detención para que les dictaran condena. El uso de pruebas falsas dejó en evidencia que se trataría de una condena contra los estudiantes revolucionarios.
A comienzos de este año 2010 finalizó el juicio de apelación y fueron confirmadas las condenas:
Mourad Chouin 4 años de prisión y multa 80.000 dirham; Khalid Miftah 3 años de prisión y 2 años de prisión para sus compañeros de clase: Zahra Boudkour - Chouin Otman - Mohamed El - Arbi Mohamed Jeddi Jamili - Youssef Mchdoufi - Alaee Edderbali - Youssef Jalal - Lkotbi Machdoufi Errachdi - Abdellah.
Los jóvenes fueron trasladados a diferentes lugares de reclusión en un esfuerzo por mantenerlos en aislación y amedrentarlos sobre el peligro de atreverse a desafiar al gobierno. Sin embargo, ellos se mantienen firmes en sus convicciones políticas. A pesar de la difícil situación que enfrentan, desde la cárcel siguen los acontecimientos del movimiento democrático de Marruecos con huelgas de hambre y preparando mensajes de solidaridad para que sean leídos en actividades del movimiento democrático marroquí. Aún desde la cárcel su ejemplo de lucha sigue dando nuevos ímpetus al movimiento estudiantil y popular de Marruecos.
No nos sorprende la actitud del régimen. El imperialismo y los reaccionarios entonan siempre la misma canción. Nosotros sabemos que ellos van de fracaso en fracaso hasta su ruina, esa es su lógica histórica; no podemos esperar que tengan consideración con nosotros, porque en verdad no la tendremos con ellos.
¡Viva la lucha de los estudiantes democráticos de Marruecos!
¡Viva la lucha de los comunistas en el mundo!